martes, 27 de noviembre de 2012

Nociones sobre administración transdérmica de cannabinoides.



Pablo. A. Ascolani*

 

El interés por el uso tópico de cannabinoides viene recuperando terreno hace algunos años. En diversas culturas se utilizó de forma tópica. Sus usos médicos más antiguos están registrados en el Pen Ts´ao (100 D. C), atribuido al emperador y herbolario chino Sheng Nung, donde entre otras propiedades, describe su eficacia antiinflamatoria[1]. Otro, entre muchos ejemplos históricos, es el aceite de unción del pueblo hebreo, que luego popularizaría Jesucristo. Tenía como uno de sus ingredientes cannabis, como se lee en La Bíblia, éxodo 30 22-23.

A principios del siglo XX formaba parte de la composición de la mayoría los preparados de uso externo para tratar contracturas, artralgias, tendinitis y demás afecciones del aparato locomotor. En la actualidad hay numerosos reportes de pacientes que tratan afecciones del aparato locomotor o de la piel con el uso tópico de cannabinoides [2]. Algunos casos conocidos como Rick Simpson que lo utilizó para curar un cáncer de piel que padecía, indican que existe un gran potencial terapéutico en esta vía de administración.

La enorme ventaja de la administración transdérmica es que evita el principal de los efectos adversos de los cannabinoides: los congnitivos. La psicoactividad, que es buscada en el uso recreativo, puede resultar desagradable y convertirse en un efecto adverso para algunos pacientes.

La prohibición de los principios activos del cannabis genera obvias limitaciones en la investigación formal, pero también en la investigación informal, ya que al utilizarse en forma de tintura o resina concentrada se necesita mayor cantidad de materia prima, con los riesgos legales que esto implica para el autocultivador, o el precio prohibitivo y pésima calidad del mercado negro. El auge del autocultivo está brindando valiosas oportunidades de sumar testimonios, al menos anecdóticos, de la validez terapéutica de esta vía de administración.

 

La vía de administración transdérmica.

Esta vía utiliza la piel como medio para llegar a una acción local del fármaco. La piel es el órgano mas grande de nuestro cuerpo, pesa alrededor de 1,7 kg., cubre 1,8 m2 y está cubierto por tres capas, la Epidermis, Dermis e Hipodermis. Este órgano con función de protección, termorregulación, nutrición, transpiración, y defensa, entre otros, también es una vía de absorción de drogas. La manera en que las sustancias atraviesan esta barrera se denominan vía transepidérmica y vía transanexial. La absorción es mayor sobre mucosas, en lactantes y niños o si falta la solución de continuidad de la capa córnea (erosiones, úlceras, etc). Las erosiones eritematoescamosas como la psoriasis dificultan el paso de drogas.

Hoy está ampliamente demostrado que el uso tópico de AINES es una terapéutica eficaz y segura para tratar dolor o inflamación diversas afecciones de aparato locomotor[3]. La elevada liposolubilidad de los cannabinoides facilitaría su absorción por esta vía, de manera que es posible suponer, en base a su actividad farmacológica que revisaremos a continuación, eficacia analgésica y antiinflamatoria local y sinergia con los AINES tópicos.

 

Farmacodinamia: mecanismo de acción tópica del cannabis.

Se ha comprobado actividad antiinflamatoria tanto para cannabinoides botánicos, sintéticos y endocannabinoides. Dos tipos de proteínas receptoras para cannabinoides (CB1 y CB2) han sido claramente identificados y ambos son miembros de la superfamilia de receptores acoplados a proteína G.

El CB1 se expresa primariamente en el cerebro y la médula espinal, aunque se denomina “ubicuo” por su distribución heterogénea.

Al estar acoplado de forma predominante a proteínas G inhibitorias, su activación inhibe ciertos canales de entrada de calcio, activan canales de salida de potasio y activan varias proteínas activadas por mitógeno, MAP kinasas. Esto último se relaciona con la modulación de la plasticidad sináptica, migración celular, y remodelación de neuritas. Los receptores CB1 se localizan en las terminales de neuronas periféricas y centrales. Generalmente su activación hiperpolariza las neuronas e inhibe la liberación de neurotransmisores exitatorios. Esta inhibición de estímulos exitatorios tanto en tejidos periféricos no neurales y terminaciones nerviosas periféricas explicaría en parte su efecto tópico analgésico.[4]

El receptor CB2 se denomina “restringido” ya que es predominantemente expresado en células del sistema inmune y hematopoyético pero también está presente en las células no parenquimatosas del hígado, páncreas endócrino y hueso. Algunos receptores CB2 también son funcionalmente expresados en el SNC, en microglias. La activación del receptor CB2 altera la liberación de citoquinas del sistema inmune y participa en su regulación. Regularía hacia abajo la producción de citoquinas y quimiocinas pro inflamatorias y hacia arriba las antiinflamatorias, siendo otro de los mecanismos de su eficacia tópica.[5]

Los cannabinoides también actúan sobre otros subtipos de receptores, como los receptores vainilloides TRPV1 (Receptor de potencial transitorio V1), que desensibilizarían causando analgesia. También se han relacionado dos receptores huérfanos acoplados a proteína G, el GPR55 y GPR119, que explicaría parte de la acción de cannabinoides no mediada por CB1 y CB2.[6] También actúan en miembros de la familia de receptores reguladores de la transcripción genética, los PPARs (perxisome proliferator-activated receptors) que regulan la diferenciación celular, el metabolismo lipídico y están involucrados en funciones neuroprotectivas, antiinflamatorias y relacionadas con la alimentación y el peso corporal.[7]

                Los cannabinoides, por si mismos, también inhiben la actividad de las ciclooxigenasas (COX) en diversa medida.[8] Pero las investigaciones actuales sugieren que el principal efecto antiinflamatorio relacionado con el metabolismo del ácido araquidónico (AA) estaría mediado por el incremento de eicosanoides que promueven la resolución de la inflamación. Esto diferenciaría a los cannabinoides de los AINES, que suprimen la producción de eicosanoides relacionados con el desarrollo del proceso inflamatorio.[9]

                Endocannabinoides como la AEA y el 2-AG son sustratos de algunas enzimas del metabolismo de AA como la COX-2, 12- y 15-lipooxigenasas, ya que los endocannabinoides son sintetizados a partir de este precursor, modificando el funcionamiento de las enzimas sintasas de prostaglandinas y leucotrienos, y por ende la producción de eicosanoides pro y antiinflamatorios.[10]

                El cannabinoide no psicoactivo CBD, suprime la producción de TNFα por una vía no mediada por los receptores cannabinoides, e inhibe la enzima amida hidrolasa de ácidos grasos (FAAH), de esa manera incrementando la concentración del endocannabinoide antiinflamatorio AEA.[11] De manera que los cannabinoides botánicos, además de ser antiinflamatorios per se, disminuirían los procesos inflamatorios aumentando la cantidad de endocannabinoides.

                Se demostró en animales un efecto analgésico sinérgico del endocannabinoide AEA y el AINE ibuprofeno en un modelo de inflamación aguda. La AEA produjo la analgesia preponderantemente por medio de CB1 y en parte CB2.[12]

                Hay también componentes no cannabinoides en la planta que muestran eficacia antiinflamatoria. Se ha encontrado actividad agonista CB2 en el terpeno aromático beta cariofileno, que forma entre el 12% y 35% del aceite esencial del cannabis. Este terpeno es común en la alimentación, estando presente en el orégano, la canela, la pimienta negra, clavo de olor y lúpulo, entre otros. Esta aprobado por la FDA como aditivo alimentario, siendo el primer cannabinoide alimentario. Al ser agonista CB2 y no actuar sobre CB1, no tiene acción central, sino periférica, y esta actividad sería la explicación de la actividad antiinflamatoria en ratones.[13]

 

Cannabis tópico: conclusiones

Los cannabinoides –y otros componentes no cannabinoides de la planta de cannabis- podrían tener eficacia analgésica y antiinflamatoria usados localmente, evitando efectos sistémicos. Esta eficacia estaría dada por su farmacodinamia, mediada por los receptores CB1, CB2, TRPV1, GPR55 y PPAR, modificando la neurotransmisión de las vías del dolor –y posiblemente su plasticidad-, y modificando la producción de citosinas y quimiocinas hacia un perfil antiinflamatorio. También mediante la inhibición de COX, la modificación de subproductos de las mismas, y la inhibición de enzimas del metabolismo lipídico como la FAAH, con el consiguiente aumento de endocannabinoides antiiflamatorios, además de otros mecanismos no dilucidados hasta el momento.

                Es imperativo que, en respeto por los Derechos Humanos, se haga accesible a los pacientes formulaciones tópicas de cannabinoides o extractos de cannabis, una vía segura y eficaz, que evitaría los efectos adversos sistémicos y sinergizaría con las formulaciones tópicas de AINES disponibles en el mercado.

 

 

Situada en la ciudad de Rosario, AREC (Personería Jurídica otorgada según resolución 0954 del Poder Judicial de la Provincia de Santa Fe) es una Asociación Civil interdisciplinaria sin fines de lucro, plural y horizontal, que milita para la implementación de un nuevo paradigma en políticas de drogas que permita seguir avanzando hacia un modelo social y estatal más inclusivo, humanista y democrático, basado en un discurso científico actualizado que respete los derechos humanos y las garantías constitucionales de los ciudadanos.

 

*Secretario de AREC. Lic. en Kinesiología y Fisiatría, Jefe de Trabajos Prácticos de la Cátedra de Farmacología y Auxiliar Docente en la Unidad Pedagógica ILAR Adultos, Facultad de Kinesiología y fisiatría UNSAM/ IUGR. Autor de la tesina de grado, “Cannabinoides y síntomas neurológicos: ¿La pieza faltante en la farmacología clínica?”. Disertante en representación de AREC en la primera y segunda Audiencias Públicas sobre Políticas de Drogas de la Cámara de Diputados de la Nación (2011/ 2012) y Asesor de la Junta Nacional de Drogas del Gobierno de la República de Uruguay. Disertante en el Post Grado de Rehabilitación y Fisioterapia de la Facultad de Medicina de la UNR, Congreso de Salud Mental de las Madres de Plaza de Mayo y otros. Autor de numerosos artículos de divulgación científica sobre políticas de drogas, derechos humanos y uso terapéutico de la marihuana y los cannabinoides

 



[1] Burstein SH, Zurier RB. Cannabinoids, endocannabinoids, and related analogs in inflammation. AAPS J. 2009 Mar;11(1):109-19. Epub 2009 Feb 6. Review. PubMed PMID: 19199042; PubMed Central PMCID: PMC2664885.
[2] En la página Salud Cannabica Argentina se registra una interesante serie de fotos del uso de cannabis en dermatitis por EA de medicamentos https://www.facebook.com/mariafernanda.fussi/posts/448949695162554?comment_id=4624601&ref=notif&notif_t=share_reply#!/media/set/?set=a.144560175687649.43189.100004010030383&type=3
AREC ha recibido testimonio de numerosos casos anecdóticos de uso tópico de AINES y cannabinoides; estos últimos aumentarían notable notablemente la eficacia.
[3] Massey T, Derry S, Moore RA, McQuay HJ. Topical NSAIDs for acute pain in adults. Cochrane Database Syst Rev. 2010 Jun 16;(6):CD007402. Review. PubMed PMID: 20556778.
Barthel HR, Axford-Gatley RA. Topical nonsteroidal anti-inflammatory drugs for osteoarthritis. Postgrad Med. 2010 Nov;122(6):98-106. Review. PubMed PMID: 21084786.
Sanford H Roth, Philip Fuller, Diclofenac topical solution compared with oral diclofenac: a pooled safety analysis. Journal of pain research. Dove Press 2 jun 2011
Simon LS, Grierson LM, Naseer Z, Bookman AA, Zev Shainhouse J. Efficacy and safety of topical diclofenac containing dimethyl sulfoxide (DMSO) compared with those of topical placebo, DMSO vehicle and oral diclofenac for knee osteoarthritis. Pain. 2009 Jun;143(3):238-45. Epub 2009 Apr 19. PubMed PMID: 19380203.
[4] Martínez García Laymi, Tacoronte Morales Juan Enrique, Nuñez Figueredo Yanier, Montalbán Mayelin, Ramón Cabrera Suárez Hirán. Potencial terapéutico de los canabinoides como neuroprotectores. Rev Cubana Farm [revista en la Internet]. 2007 Dic [citado 2012 Nov 26] ; 41(3): . Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-75152007000300012&lng=es.
[5] Nagarkatti P, Pandey R, Rieder SA, Hegde VL, Nagarkatti M. Cannabinoids as novel anti-inflammatory drugs. Future Med Chem. 2009 Oct;1(7):1333-49. Review. PubMed PMID: 20191092; PubMed Central PMCID: PMC2828614.
[6] AJ Brown, Novel cannabinoid receptors British Journal of Pharmacology (2007) 152, 567–575; doi:10.1038/sj.bjp.0707481; published online 1 October 2007.
[7] S E O'Sullivan, Cannabinoids go nuclear: evidence for activation of peroxisome proliferator-activated receptors Article first published online: 29 JAN 2009. DOI: 10.1038/sj.bjp.0707423
[8] Ruhaak LR, Felth J, Karlsson PC, Rafter JJ, Verpoorte R, Bohlin L. Evaluation of the cyclooxygenase inhibiting effects of six major cannabinoids isolated from Cannabis sativa. Biol Pharm Bull. 2011;34(5):774-8. PubMed PMID: 21532172.
[9] Burstein SH. Et al, Op. Cit.
[10] Martínez García Laymi Et al, Op. Cit.
[11] Burstein SH. Et al, Op. Cit.
[12] Guindon J, De Léan A, Beaulieu P. Local interactions between anandamide, an endocannabinoid, and ibuprofen, a nonsteroidal anti-inflammatory drug, in acute and inflammatory pain. Pain. 2006 Mar;121(1-2):85-93. Epub 2006 Feb 9. PubMed PMID: 16480822.
[13] Gertsch J, Leonti M, Raduner S, Racz I, Chen JZ, Xie XQ, Altmann KH, Karsak M, Zimmer A. Beta-caryophyllene is a dietary cannabinoid.  Proc Natl Acad Sci U S A. 2008 Jul 1;105(26):9099-104. Epub 2008 Jun 23.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Gacetilla de AREC 24/11/12


Gacetilla de AREC 24/11/12

1- Exposición en el Hospital de Clínicas de Montevideo del Dr. Manuel Guzmán Pastor ¿Cómo actúan los cannabinoides en nuestro cerebro?

2- Asesoría de AREC a la Junta Nacional de Drogas de la República del Uruguay

 

1- Exposición del Dr. Manuel Guzmán Pastor ¿Cómo actúan los cannabinoides en nuestro cerebro?

 

La Junta Nacional de Drogas (JND) y la Universidad de la República de Uruguay invitó al experto internacional Manuel Guzmán Pastor, en el Marco del Ciclo de Políticas Sobre Drogas y Regulación de Mercado. El Dr. Guzmán es Investigador y Docente de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Complutense de Madrid. Además es miembro fundador de la Sociedad Española de Investigación sobre Cannabinoides (SEIC) y miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Internacional de los Cannabinoides como Medicamento.

La Dra. Amalia Laborde presentó la exposición que se orientó a la neurobiología de los cannabinoides y del sistema cannabinoide endógeno (SCE), un sistema de comunicación entre células del organismo por medio del cual produce sus efectos el cannabis. De los principios activos de cerca de 380.000 plantas que se conocen y utilizan sólo el cannabis modifica este sistema con la excepción parcial de la equinácea y un terpeno, el B-cariofileno, que en parte lo influyen.

Recordó también a Raphael Mechoulam como descubridor de sus principios activos en los años 60, la dificultad para reconocerlos y aislarlos por su gran liposolubilidad. Este carácter lipídico le confiere una farmacocinética muy particular, es decir la manera en que se absorbe, distribuye – un 80%-90% en tejido graso, 10%-15% en el sistema nervioso-, y como se metaboliza y excreta. La redistribución desde los depósitos de la grasa corporal y su hidrofobicidad determina una prolongada vida media, que explica las dificultades para objetivar un síndrome de abstinencia, ya que las concentraciones plasmáticas de la droga van bajando lentamente.

Luego explicó como la investigación de la farmacodinamia – es decir, del mecanismo de acción- del cannabis sentó sus bases entre 1990 y 1994 con el descubrimiento del primer receptor cannabinoide (CB1) al que le siguieron el primer cannabinoide endógeno (CE) importante, la araquidonoiletanolamida o anandamida (AEA), luego el segundo receptor cannabinoide (CB2) y el segundo CE importante el 2-arquidonoilglicerol (2-AG). El CB1 se pensaba en principio con distribución central, pero hoy se lo considera ubicuo, por su distribución más general, en oposición al CB2, de distribución más restringida. Y también se descubrió que era la proteína receptora más abundante de su tipo en el cerebro.

En relación a este tipo de proteína receptora, el Dr. Guzmán recordó que el reciente premio Nobel de Biología  fue para los científicos que descubrieron la estructura de este tipo de proteína receptora – receptor acoplado a proteína G, es decir con actividad GTPasa-. La acción de este tipo de receptores cannabinoides, tanto a nivel del sistema nervioso central como periférico, es la inhibición del impulso nervioso.

Comentó que había tres tipos de cannabinoides aprobados actualmente para uso terapéutico, los de origen botánico, los endógenos y los sintéticos. La marihuana de grado medicinal está aprobada en 17 estados de EEUU, Canadá, Israel y parte de Europa, y constituyen los principios activos del SATIVEX, actualmente en fase III en EEUU y con acceso restringido en varios países. Hay dos cannabinoides sintéticos aprobados, el dronabinol y la nabilona. Los usos terapéuticos con sustento científico robusto son el tratamiento de náuseas y vómitos por efectos adversos de quimioterapia emetógena, para mejorar el peso y la ingesta calórica en síndromes caquectizantes por VIH y cáncer avanzado y espasmos por esclerosis múltiple.

Luego describió las zonas del cerebro ricas en receptores cannabinoides que explican tanto sus efectos terapéuticos: la sustancia gris periacueductal y la médula espinal su efecto analgésico, el núcleo del tracto del solitario sus efectos antieméticos, el hipotálamo la mejora del apetito, los ganglios basales su actividad antiespástica y la disminución de movimientos anormales. La ubicación de los receptores cannabinoides  también determinan sus efectos adversos: la corteza sus alteraciones cognitivas –el principal efecto adverso-, el cerebelo las alteraciones motrices, el hipocampo las alteraciones de memoria, aunque el Dr. aclaró que “olvidar” sucesos es indispensable para una vida normal, tanto aquellos sin importancia como vivencias traumáticas o estresantes.

Remarcó el hecho que la neurotrasmisión cannabinoide es retrógrada, es decir va de neurona post-sináptica a pre-sináptica, y de ese modo regula el tráfico sináptico. Este descubrimiento falseó el paradigma neurofisiológico que dictaba que la información va en un solo sentido en la sinapsis. Hoy sabemos que la información va en ambos sentidos en la sinapsis, las neuronas “dialogan” entre sí.

En relación a la adicción, determinada por la tolerancia y el síndrome de abstinencia o supresión, dijo que el cannabis es susceptible de producirla, pero ésta es suave y sede rápidamente en comparación con otros fármacos o drogas de uso común. Se produce una pequeña tolerancia a sus efectos psicoactivos, pero hasta ahora no se ha detectado tolerancia a efectos terapéuticos como la analgesia o el efecto antiespástico, hecho que aumenta el valor terapéutico de estos compuestos. El síndrome de abstinencia de cannabinoides es posible reproducirlo en modelos animales con grandes dosis de cannabinoides sintéticos hidrofílicos –que abandonan rápidamente el organismo- con el aditamento de un antagonista cannabinoide que compita por los sitios de acción en el momento que el cannabinoide abandona el sitio activo.

En relación a la neurotoxicidad el Dr. aclaró que los cannabinoides no son neurotóxicos, sí tienen un efecto neuroplástico que podría ser beneficioso frente al envejecimiento y algunas enfermedades, pero que podría producir efectos adversos durante el crecimiento y el embarazo.

Remarcó que el segundo cannabinoide mas conocido, el cannabidiol (CBD) tiene efectos anticonvulsivantes, antipsicóticos y además modula la psicoactividad que produce el THC, disminuyéndola y por ende dándole un mejor perfil riesgo/beneficio. Remarcó que está comprobado que estos fármacos mejoran la calidad de los pacientes por sus efectos paliativos sobre los principales síntomas de enfermedades como el cáncer, la esclerosis múltiple y también pueden ser de utilidad en las enfermedades que cursan con dolor especialmente crónico o neuropático, en pacientes que son intolerantes a otros analgésicos o para un uso sinérgico con opioides para poder administrar dosis menores.

Finalmente que apoyaba la iniciativa del Gobierno de la República de Uruguay de regular su uso, tanto para separar los mercados y de esa manera atacar el fenómeno del narcotráfico, y por otro lado permitir que siga avanzando la investigación con cannabinoides que puede mejorar la calidad de vida de muchos pacientes.

A continuación el Profesor de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República Gustavo Tamasiunas analizó el halo de misterio que rodea a los cannabinoides y su uso terapéutico. Que había en algunos profesionales negación de estudiarlo, y la contradicción que esto representaba teniendo en cuenta que nadie se negaría a estudiar otro sistema de comunicación endógeno como el gabaérgico o el serotoninérgico, o que se acepte usar opioides y no cannabinoides. Negarse a estudiarlo y a darle utilidad clínica sería negarse a usar el paracetamol, ya que produce su efecto analgésico por medio del SCE, datos  coincidentes con los revisado en la tesina de grado del Secretario de AREC presentada en 2011 “Cannabinoides y síntomas neurológicos: ¿la pieza faltante en la farmacología clínica?”

A continuación la Presidenta de AECU Laura Blanco preguntó sobre el uso en VIH y sus efectos sobre el funcionamiento del sistema inmunológico, a lo que Guzmán respondió que había robusta evidencia de su uso paliativo en VIH, y que había algunos estudios que observaron el funcionamiento del sistema inmunológico y no encontraron que el las concentraciones plasmáticas resultado de un uso terapéutico o recreativo no suprimían el sistema inmune pero que podían modularlo, efecto de interés para la investigación del tratamiento de enfermedades autoinmunes. Y consideró que el perfil del cannabis también apuntaba a un bienestar y salud holísticos por sus posibles efectos ansiolíticos y amnésicos ante el estrés de la vida cotidiana. Que el trabajo a realizar es acotar los riesgos y determinar consumos seguros, y para ello se necesita transparencia en la información y habilitar al otro como sujeto de derechos con inteligencia y autonomía para decidir.

Otro integrante del público le preguntó a Guzmán si podía ser útil para el glaucoma, siendo su opinión que por los efectos centrales del cannabis, y habiendo medicación efectiva, de uso tópico, usar una droga con el perfil de efectos adversos del cannabis podía no ser lo mejor para esa dolencia en función de eficacia/seguridad.

La siguiente pregunta fue si causaba cáncer de pulmón, esterilidad o impotencia, a lo que Guzmán respondió que los datos eran contradictorios en este punto. Que no se había detectado una relación causal entre el consumo de marihuana y cáncer de pulmón en los estudios que habían diferenciado correctamente factores de confusión. Que el humo de las dos sustancias era muy similar, pero que posiblemente la acción anticancerígena de los cannabinoides, o el diferente patrón de uso determinaban imposibilidad de objetivar relación causal.

Finalmente se preguntó sobre el uso durante el embarazo. Además de ser una situación clínica donde se evita todo tipo de fármaco o suplemento que no sea imprescindible, junto con el crecimiento, son etapas claves del neurodesarrollo donde los cannabinoides podrían producir efectos adversos. Que los efectos de los cannbinoides sobre el cerebro del adulto eran transitorios, mientras que un consumo intenso entre los 12 y 16 años podía producir alternaciones de una permanencia mayor.

 

2- Asesoría de AREC para la Junta Nacional de Drogas del Gobierno de la República de Uruguay.

 

AREC manifiesta su agradecimiento con AECU por la propuesta de invitación que extendió a la la Junta Nacional de Drogas para incluir nuestra organización en la reunión con motivo de la visita del Dr. Manuel Guzmán Pator. Manifestamos nuestro apoyo al proyecto de regulación realizado por el Frente Amplio y la Junta Nacional de Drogas.

En la reunión se consideró que era una prioridad retrasar edad de inicio por ser la etapa donde existen riesgos mayores. Y en el caso de que el adolescente sea consumidor, insistir con evitar el consumo periódico, la combinación de sustancias y eventualmente en los casos de adicciones severas a pasta base u otras drogas de mayor toxicidad, el acceso por medio de Asistentes Sociales y Profesionales de la Salud Mental a variedades bajas en THC, el principio activo más riesgoso en la adolescencia, y altas en CBD, un cannabinoide que mitigaría los posibles efectos adversos.

La separación de mercados funcionó exitosamente en Holanda, donde disminuyó el consumo de drogas duras entre los jóvenes. Equiparar la marihuana con la cocaína envía un mensaje erróneo a los jóvenes, que al fumar un par de porros y ver que no pasa nada equiparan los dos consumos.

La calidad ofrecida va a hacer la diferencia frente mercado negro, y va a colaborar con la reducción de daños por reemplazo de sustancias, porque mas allá de que los usuarios problemáticos son generalmente politóxicos, y ya han probado la marihuana prensada, muy pocos han tenido acceso a marihuana de grado medicinal, cualitativamente diferente. Por otro lado en estas situaciones de abuso de tóxicos, los cannabinoides podrían tener un efecto neuroprotectivo y antiinflamatorio que mitigue los efectos dañinos en el SNC, actuando también sobre el circuito de recompensa, mitigando la ansiedad.

También se habló de los riesgos de trabajo por el uso de cannabis y la posible reglamentación de su uso, de forma similar que los psicofármacos en los trabajos que las alteraciones cognitivas puedan significar un riesgo para sí o terceros.

Gacetilla de prensa AREC 18/11/12

Gacetilla de prensa AREC 18/11/12

 

1- AREC obtiene su Personería Jurídica.

2 - Viaje a Montevideo de miembros de AREC.

 

AREC obtiene su Personería Jurídica.

Mediante la presente queremos hacerle llegar la noticia de que según resolución 0954 del Poder Judicial de la Provincia de Santa Fe, Argentina, la “Asociación Civil Rosarina de Estudios Culturales” (AREC) ha obtenido oficialmente su Personería Jurídica.
          AREC es una asociación ciudadana interdisciplinaria, sin fines de lucro, plural y horizontal, que estudia la relación de las Políticas de Drogas y los Derechos Humanos.  Militamos para la implementación de un nuevo paradigma que permita seguir avanzando hacia un modelo de Estado más inclusivo, humanista y democrático, con políticas basadas en datos científicos actualizados y que respeten los derechos humanos y las garantías constitucionales de los ciudadanos.

Trabajamos desde hace años en esta temática, disertando entre muchas otras instancias en las audiencias públicas sobre la nueva ley de drogas en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación en 2011 y 2012, y en la última Conferencia de políticas de drogas en la Honorable Cámara de Senadores de la Nación. También organizamos la Marcha Mundial por la Marihuana en Rosario que movilizó 6000 personas este año en la Ciudad de Rosario

Ponemos a disposición de Instituciones del Estado, privadas y Organizaciones Sociales, así como a la comunidad toda, la experticia reconocida internacionalmente de nuestra asociación en relación al cultivo, uso industrial, usos medicinales y aspectos históricos y sociopolíticos de la planta de cannabis y otras medicinas tradicionales.


Miembros de AREC viajan a Montevideo.

Se realizó un almuerzo de camaradería con la agrupación Uruguaya AECU en la chacra de los activistas Juan Vaz y Laura Blanco, para estrechar vínculos y atestiguar el proceso de regulación del país oriental. Conocimos un interesante pipa de administración de Hash de punta de titanio que los amigos de DNA genetics regalaron al colectivo y charlamos con realizadores audiovisuales mexicanos que están filmando una documental sobre despenalización y legalización.

 Por la noche tuvimos un encuentro informal con el Dr. Manuel Guzmán Pastor y la Junta Nacional de Drogas donde pudimos presentar a la asociación, evacuar dudas y analizar la actualidad de los cannabinoides como medicina.

Luego fuimos del activista Uli Klinkenhammer que amablemente nos recibió en su casa. Hoy presenciaremos la disertación del experto en cannabinoides invitado por la Junta Nacional de Drogas, una oportunidad única para aprender sobre el uso terapéutico de los cannabinoides.

Análisis coyuntural de la política de drogas y posicionamiento de AREC frente al procesamiento del ex jefe de la Policía de Santa Fe, Hugo Tognolli.


Análisis coyuntural de la política de drogas y posicionamiento de AREC frente al procesamiento del ex jefe de la Policía de Santa Fe, Hugo Tognolli.

 

 

El procesamiento del Jefe de la Policía de la Provincia de Santa fe, Hugo Tognolli por involucramiento con el tráfico de sustancias ilícitas es una prueba más de la ineficacia de la actual ley de estupefacientes 23.737 y la implicación profunda y de larga data de las fuerzas de seguridad en el narcotráfico. La remoción y procesamiento de Romero, Jefe de la ex drogas peligrosas y otros 22 agentes por delitos relacionados, es otra muestra de esto.

Exigimos que se esclarezca el caso, y que la investigación alcance a todos los implicados.

Es imperativo poner límites al autogobierno policial que originó este problema que es de una gravedad Institucional inusitada.

Tienen que colaborar todos los sectores políticos, que exista fiscalización social y participación de Asociaciones Civiles y ONG's. Debemos comprometernos todos los actores para coordinar un plan de acción que reforme estructuralmente a la policía de la provincia. Que se profesionalice la carrera policial, con mejores sueldos, equipamiento adecuado y formación consistente en Derechos Humanos. Se debe rediseñar el sistema de seguridad pública y policial y que se produzca una intervención civil de la fuerza. Está a la vista el riesgo institucional de dejar todo en manos de la propia policía. Una policía judicial, independiente de la corporación policial, compuesta por civiles, que sea la encargada de investigar la corrupción y violencia institucional.

El fenómeno del narcotráfico enquistado en la sociedad no está constituido sólo por una institución policial corrompida. En nuestro país, según un estudio de la ONU en la frontera Argentina, un kg. de cocaína cuesta entre USD 2600 a 7000 y el kg. de marihuana USD 200 a 300, para sostener el consumo en los centros urbanos, se necesitan de grandes inversores. Los empresarios responsables de estas inversiones también realizan otro tipo de actividades económicas para lavar el dinero (ej: negocios inmobiliarios, concesionarias, etc). Estos grandes montos de dinero requieren para su blanqueo de numerosos bancos, empresas de seguridad privada para su traslado, y profesionales universitarios para su administración (contadores, abogados, empresarios). Y también la complicidad de ciertos sectores del Poder Judicial, que ya sea por omisión o directamente por complicidad, no investigan las cabezas de las organizaciones.Del “soldadito de bunker” al las grandes instituciones, pasando por el gran empresario y el policía en jefe, la red de complicidad atraviesa todas las capas sociales y grupos etarios. Pero la investigación seria sobre el narcotráfico debe apuntar arriba. A las instituciones -estatales y no estatales- y a los dueños de los grandes capitales implicados.

La problemática del narcotráfico es global, trasciende las fronteras de nuestra provincia o de Argentina. La guerra contra las drogas ha resultado inefectiva en relación con los objetivos explicitados, la disminución de la oferta y la demanda, y ha producido la penetración del Estado por redes criminales en constante crecimiento. Y la criminalización del consumo de sustancias ilícitas ha agravado el deterioro social relacionado con la problemática, manifestado en récord de encarcelamientos, estigmatización y costo en vidas humanas.

En México, alumno modelo de “la guerra contra las drogas”, la estrategia de enfrentamiento por la vía armada dejó un saldo de 50.000 muertos en 6 años.

Los países que han adoptado políticas decriminalizadoras o de tolerancia, desde diferentes enfoques, han tenido mejores resultados en relación a la disminución del abuso de sustancias, como Holanda, Portugal o Uruguay. Estos dos últimos están debatiendo proyectos para la legalización y regulación del cannabis por parte del Estado, “disputándole el mercado al narcotráfico” en términos económicos, según palabras del propio Presidente de esa nación.

Este es un momento histórico para modificar el paradigma en políticas de drogas. La revalorización de la política nacional y el avance en función de los intereses autónomos económicos y sociales nos permite cuestionar como región la validez de una guerra cuyos objetivos son insostenibles y contradictorios.

La división actual entre medicamentos legales y drogas ilegales obedece a los intereses hegemónicos del imperio y la corporatocracia producto del devenir histórico; no tienen que ver directamente con las cualidades farmacológicas de las sustancias. Según revisiones científicas actuales las drogas están clasificadas falazmente de acuerdo a su toxicidad. Esta división falaz que deriva de la conveniencia de los actores institucionales y no de la naturaleza en sí de las drogas como objeto, o sea que tan tóxica para el individuo o su relación con el trabajo, familia u otras actividades sociales. La relación simbólica producto de los intereses hegemónicos está fundada en prejuicios y estereotipos, es funcional al poder fáctico y reproduce situaciones de vulneración de los derechos humanos.

 

En Argentina es mayoritaria la desinformación sobre las sustancias ilícitas. Esto no es casual, sino producto de leyes como la signada por López Rega con la sanción de la ley 20.771, profundizando estas políticas en la dictadura cívico militar, que en muchos casos fue la encargada de diagramar las futuras rutas de cocaína y marihuana de nuestro país. Así como el fortalecimiento y “democratización” de la corrupción policial en el neoliberalismo menemista, que junto a la maquinaria de propaganda de la guerra contra las drogas, colonizaron el imaginario social. La educación laica y basada en evidencia científica son fundamentales para llevar proporcionalidad a la visión social del consumo de sustancias psicoactivas.

La prohibición del consumo de sustancias ilícitas aumenta el daño de los tóxicos en sí. Es conveniente quedarse con el concepto de que cuanto más tóxica es una droga de consumo humano peor es el resultado de la prohibición de su consumo, teniendo al alcohol y la ley seca como ejemplo histórico. Y si atendemos a la toxicidad específica de la sustancia, estudios científicos multicriterio actuales evalúan que la droga de consumo humano más tóxica y peligrosa es el alcohol, no habiendo correspondencia entre la peligrosidad de las diferentes drogas (personales y sociales) en relación su clasificación en la “lista de sustancias controladas” de la DEA. El tabaco también tiene un potencial de dependencia y de daño mucho mayor que sustancias hoy ilícitas. Dicho de otra manera, la clasificación actual de las sustancias psicoactivas de acuerdo a su toxicidad casi no guarda relación con la toxicidad real (personal y social) que produce su consumo, de acuerdo a los datos científicos y estadísticos actuales.

Al poner el acento en la personificación y demonización de la droga y el “combate” de la “guerra contra las drogas”, se desvía la atención de una posible solución más compleja, basada en la prevención, la inclusión social mediante el acceso a la educación, trabajo, salud, libre acceso a la información, disminución de la brecha entre ricos y pobres, y otras variables. El origen de la adicción es multicausal y una de las formas de intervenir sería mediante políticas públicas que corrijan los desajustes socioeconómicos de las sociedades contemporáneas. Estas deberían ser integrales, orientadas fundamentalmente hacia la educación, el desarrollo, el respeto por los derechos humanos y la salud pública; generando acciones que desalienten el consumo de sustancias, fomenten la prevención y promoción de la salud, atiendan la realidad de cada comunidad.

Reclamamos el urgente debate y aprobación de la ley de Prevención y Tratamiento de las Adicciones. En este sentido se debe profundizar en toda Argentina iniciativas como la de la Cátedra Zaffaroni de la UBA para articular acciones que mejoren la empleabilidad de las personas en proceso de tratamiento por el consumo de sustancias psicoactivas. También la iniciativa del Senador Salvador Cabral de impulsar una ley de regulación del cannabis similar a la que se presentaría Uruguay.

Se debe priorizar el tratamiento legislativo de la ley de drogas y la modificación del código aduanero, que aún sigue considerando a los adictos criminales, y por ende vulnera su acceso a la salud, derecho humano básico. Existen proyectos presentados de modificación de todo el arco político, que darían herramientas básicas para modificar el status quo en virtud de un menor costo social e Institucional.

 

Pero aún en las condiciones ideales de vida, el ser humano recurre a determinadas sustancias (algunas de ellas prohibidas), por motivos diversos, desde narcisismo y disfrute estético, búsqueda de paz o de energía, o reconexión con lo espiritual o lo ancestral. La mayoría de los consumidores de sustancias ilícitas no tienen un trastorno de adicción, son usuarios.

Por ello sostenemos que la única manera real de terminar con el problema del narcotráfico en respeto de los Derechos Humanos es regular el acceso a todas las sustancias hoy ilegales

La responsabilidad del Estado Argentino es llevar el debate al seno de los organismos internacionales como la CELAC o la UNASUR, para idear formas de regular el acceso como bloque regional. La regulación de todas las drogas es la única manera de terminar con el narcotráfico, y es una tarea que involucra a múltiples actores de la región. En el caso del cannabis, el cultivo personal y también colectivo, en forma de asociaciones de autocultivadores, puede contener la mayor parte de la demanda. En el caso de otras drogas, los Estados y las Organizaciones Sociales deben darse un debate profundo para imaginar maneras posibles de regulación: desde clubes cerrados de consumidores que producen determinada droga para consumo personal sin fines de lucro y con fiscalización estatal, hasta producción, distribución y venta a cargo del Estado por medio de farmacias regulares o especializadas. En el caso de la producción con fines de lucro la participación en estos procesos por parte del Estado puede pensarse desde una fuerte regulación hasta el control total del proceso de producción y distribución.

Esta aproximación, que puede resultar escandalosa para algunos, es lo que en realidad ocurre; hay un Terrorismo de Estado que regula el tráfico de drogas y alimenta sus cajas negras. No hay lugar en la sociedad donde no se acceda a las sustancias ilícitas; la máxima expresión de control por parte del Estado, las cárceles de máxima seguridad, son permeables a las drogas ¿es racional pensar lograr éxito en nuestra sociedad mediante la vía punitiva?

Con la regulación se evitarían los nichos de corrupción en las Instituciones y se podría disponer de amplio financiamiento para la redistribución, inversión social y desarrollo. Y sería una manera efectiva para que el Estado pueda abordar al consumidor problemático, contenerlo, brindarle un canal que pueda vehiculizar las carencias que intenta llenar con sustancia, además de hacerlo visible y posibilitar su integración.

La regulación dificulta el acceso; es hoy más fácil para un adolescente conseguir cocaína o marihuana que morfina u otras drogas reguladas. El mercado negro no distingue ni protege a las poblaciones especiales, un acceso correctamente regulado sí. Los países que despenalizaron el consumo tienen menos abuso que los países prohibicionistas.

Por otro lado la mayoría de los consumidores de drogas ilícitas son usuarios, no manifiestan daño personal o social significativo por su consumo, más allá del posible estigma y riesgo legal. La Corte Suprema de Justicia de la Nación con su fallo del 2009 consideró que el consumo de cualquier sustancia está amparado en el principio de reserva de nuestra Constitución Nacional (Art. 19 CN), y en el principio del libre desarrollo de la personalidad del Art. 22 la Declaración Universal de los Derechos Humanos también lo resguarda. Si consideramos que esta práctica está inscripta en los derechos naturales es deber de los Estados asumir la regulación de todas las sustancias psicoactivas.

Argentina es un ejemplo para el mundo en relación a la jerarquización y desarrollo de Derechos Humanos, el juzgamiento de los crímenes de la última dictadura cívico-militar, la procura de verdad, memoria y justicia. Es éste el momento donde el espíritu de los tiempos nos desafía a buscar nuevas formas de regular la relación de nuestros pueblos con las sustancias psicoactivas. Y es aquí donde Argentina, en virtud consolidacion democratica y el acrecentamiento de la autoconciencia nacional, tiene la oportunidad histórica de idear y producir políticas de drogas que den el marco a formas de relación más racionales, eficaces y respetuosas de los derechos humanos.

 

 

 

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Situada en la ciudad de Rosario, AREC es una asociación ciudadana interdisciplinaria sin fines de lucro, plural y horizontal, que aboga por la militancia y la lucha para la implementación de un nuevo paradigma en políticas de drogas que permita avanzar hacia un modelo social y estatal más inclusivo, humanista y democrático, basado en un discurso científico actualizado y veraz que respete los derechos humanos y las garantías constitucionales de los ciudadanos.